El objetivo de los presupuestos públicos, dinero en definitiva procedente del bolsillo de todos los administrados, es que estos repercutan en un beneficio social en forma de servicios que los distintos gobiernos de cualquier ámbito, distribuyen. Es la base del contrato social entre ciudadanía y representantes políticos, Si además de ello, la administración en concreto goza de superávit presupuestario, la gestión debería de estar plagada de mejoras y servicios y evidenciarse claramente en el día a día de las personas. Esto que es de “primero de democracia”, en Estepona es una anomalía, ya que su ayuntamiento suspende en la oferta de servicios públicos hacia la comunidad en importantes zonas del municipio.
Esta es la tesis del Partido Socialista en la localidad que ha expresado su preocupación por la gestión económica del Ayuntamiento dirigido por el popular José María García Urbano, señalando una discrepancia notable entre los datos financieros y la percepción de los ciudadanos. A pesar de un incremento significativo en la recaudación de ingresos durante el ejercicio 2024, los socialistas observan que los servicios públicos y el bienestar de las barriadas y el extrarradio no han experimentado una mejora proporcional.
En el próximo pleno de marzo se llevará a cabo la aprobación de la liquidación del ejercicio 2024, que arroja cifras clave sobre la gestión de las cuentas públicas por parte del Partido Popular y del alcalde García Urbano. Además, se aprobará una segunda modificación presupuestaria por casi 25 millones de euros, que se suman a los 15 millones ya aprobados en febrero.
Aumento de ingresos, pero ¿dónde está la mejora?
Resaltan desde la formación que lidera Emma Molina, que este año la ciudad ha experimentado un aumento notable en los ingresos, especialmente en lo que respecta a los impuestos indirectos (licencias de obra). En 2023, la recaudación fue de 4,8 millones, mientras que en 2024 ha alcanzado los 12,4 millones. Es decir, cerca de 8 millones más, además de 4 millones adicionales en tasas y otros ingresos.
Constatan desde la oposición que se trata de un aumento de gastos que no se ve reflejado en mejoras de infraestructuras y servicios. Se han producido modificaciones significativas en varias partidas. En el capítulo de inversiones, que inicialmente estaba presupuestado en 17 millones, se han realizado ajustes, terminando con una cifra final de 55 millones destinados a obras e infraestructuras de la ciudad, es decir, 38 millones más de lo previsto.
Además, en el capítulo de obras y servicios, que incluye los gastos de las empresas externalizadas que gestionan los servicios municipales, se ha incrementado el gasto en 3,5 millones, alcanzando un total de 48,1 millones, frente a los 44,6 millones presupuestados inicialmente. A pesar de estos incrementos, aún quedan pendientes de ejecutar más de 23 millones de euros, lo que contribuye a un remanente de tesorería considerablemente elevado.
La voz de los vecinos
La portavoz socialista afirma que existe una “falta de coherencia” entre los datos económicos y la realidad que viven los ciudadanos. “Si preguntas a cualquier vecino cómo está su barriada, los equipamientos deportivos o los viales, te dirán que fatal”, asegura.
Desigualdad palpable entre el centro y la periferia
La denuncia se centra en la desigualdad entre el centro de la ciudad y las zonas periféricas. “El centro se mantiene más limpio, la recogida de residuos y el mantenimiento de las zonas verdes no es el mismo que en el extrarradio”, denuncia el PSOE.
Ante este desigual y no justamente redistributivo escenario, el Partido Socialista insiste en que, a pesar del aumento de ingresos y de los presupuestos aprobados, los vecinos de la ciudad, especialmente de las barriadas y el extrarradio, siguen viendo un déficit en la calidad de los servicios públicos y en el mantenimiento de infraestructuras clave para el bienestar de la comunidad.