La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, ha vuelto a engordar la estructura directiva del Ayuntamiento con la creación de tres nuevas direcciones generales, una decisión que eleva a veinte el número total de estos cargos de alta dirección y que supondrá un desembolso anual cercano al millón y medio de euros en nóminas públicas.
El movimiento se ha hecho posible tras la aprobación definitiva de la modificación del Reglamento Orgánico de coordinadores y directores generales, publicada ya en el Boletín Oficial de la Provincia (BOPMA). De este modo, el Consistorio podrá proceder de inmediato a los nombramientos, que se realizarán por el sistema de libre designación, es decir, a dedo.
La alcaldesa justifica la ampliación de la cúpula en la “necesidad” derivada de la puesta en marcha de la Agenda Urbana Marbella 2030, un plan estratégico aprobado el pasado febrero. Sin embargo, el contexto político y el creciente número de cargos de confianza en el Ayuntamiento hacen que esta medida vuelva a levantar suspicacias sobre el modelo de gestión del PP local.
Las nuevas direcciones generales serán las de Empleo y Emprendimiento, Tráfico y Limpieza y RSU (Residuos Sólidos Urbanos). Además, se ha reestructurado otra ya existente, que pasará a centrarse únicamente en Nuevas Tecnologías y Transportes, separando de ella el área de Tráfico.
El coste medio por puesto se sitúa en torno a 76.235 euros anuales, lo que implicará un aumento de unos 230.000 euros en el presupuesto de personal directivo. Actualmente, las 16 direcciones generales en activo suponen un gasto de 1,2 millones al año.
Con las tres nuevas plazas y la aún vacante de Urbanismo, Marbella contará con cuatro direcciones generales sin titular, todas listas para ser ocupadas por designación directa. A ello hay que añadir los coordinadores y asesores que completan el nutrido equipo de confianza de la alcaldesa, configurando una estructura cada vez más pesada y costosa para las arcas municipales.