La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, ha insistido en minimizar el impacto de los pisos turísticos en el municipio, asegurando que «no son un problema» y que «no existe ningún riesgo» que justifique su regulación. Mientras otras ciudades han comenzado a limitar su proliferación para frenar la especulación y el encarecimiento de la vivienda, en Marbella solo se plantea la creación de un registro municipal, a pesar de la existencia de uno autonómico que la regidora considera «no real».
Muñoz ha presentado este miércoles un informe elaborado por la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga (UMA), cuyos datos han servido para justificar la inacción del Ayuntamiento en esta materia. Su conclusión es clara: «A la vista de este estudio, no entendemos que exista ningún riesgo ni ningún problema que tengamos que abordar».
Sin limitaciones y con una única medida simbólica
Frente a la zonificación y restricciones que otros municipios están aplicando para mitigar el impacto del alquiler turístico en la vivienda residencial, la alcaldesa se limita a anunciar un seguimiento del fenómeno sin medidas concretas. La única limitación planteada es restringir el cambio de uso de locales comerciales para destinarlos a alquiler turístico.
También ha insistido en la creación de un registro municipal, pese a que ya existe uno a nivel autonómico gestionado por la Junta de Andalucía. Según Muñoz, este último «no refleja la realidad» del municipio y, por ello, ha defendido que el Ayuntamiento debe «hacer una labor de inspección» para obtener datos más precisos.
Uno de los datos más llamativos aportados por la alcaldesa es que solo el 32% de las viviendas turísticas registradas están realmente en alquiler. Según su interpretación, muchos propietarios se inscribieron en el registro andaluz «por si acaso cambiaba la legislación» y mantienen sus inmuebles inactivos.
El precio de la vivienda y la responsabilidad del alquiler turístico
Muñoz también ha aprovechado para desvincular el auge de los pisos turísticos de los elevados precios del alquiler en Marbella. En su opinión, atribuir la escasez de viviendas asequibles a esta actividad «es un error» porque «las viviendas de uso turístico han existido siempre». Según su diagnóstico, la raíz del problema está en la «falta de suelo» para nuevas promociones, por lo que su solución es fomentar la construcción. Sin embargo, este planteamiento ignora la experiencia de otras ciudades donde se ha demostrado que el crecimiento descontrolado del alquiler vacacional desplaza a los residentes y encarece la vivienda.
Un informe con datos llamativos, pero sin regulación efectiva
El estudio presentado por la UMA destaca que casi el 80% de las viviendas turísticas en Marbella son gestionadas por particulares y que la mayoría de ellas (98,7%) corresponden a inmuebles completos, muchos de ellos chalés o villas.
Según el informe, este sector generó en 2024 un total de 100 millones de euros, con un gasto medio de 173 euros por huésped, más del doble de la media provincial. También revela la disparidad de datos entre fuentes oficiales: mientras el Registro Turístico de Andalucía cifra la oferta en 13.857 establecimientos con 110.080 plazas, el Instituto Nacional de Estadística (INE) la reduce a 7.516 viviendas y 42.351 plazas.