El equipo de Gobierno del PP en Benalmádena, liderado por el alcalde Juan Antonio Lara, ha vuelto a ser señalado por su actitud hacia medios y ciudadanos críticos. En esta ocasión, el concejal de Deportes, Alejandro Carretero, ha arremetido públicamente contra el digital OléBenalmádena, al que acusó de manipular la información en una noticia sobre el retraso de las obras de renovación del estadio Francisco Alarcón ‘Isco’. Ver el ataque del concejal en redes:
El medio local publicó que los trabajos, cuya finalización estaba prevista para el 14 de agosto según el propio decreto de ampliación, se encuentran aún pendientes de culminar. Pese a la documentación oficial, Carretero desmintió el retraso y cuestionó la labor periodística.
Desde el PSOE local el secretario general y portavoz municipal, Víctor Navas, ha exigido al edil de Deportes que rectifique y pida disculpas, recordando que la periodista se limitó a informar de una situación real y contrastada.
No se trata de un hecho aislado. Los ataques desde el equipo de Gobierno hacia periodistas y ciudadanos que expresan quejas o críticas se han convertido en una práctica reiterada, que persigue amedrentar a las voces discrepantes.
El concejal Carretero ya protagonizó otro episodio polémico meses atrás, cuando cargó contra un youtuber que cuestionó el nuevo logotipo municipal y su elevado coste. El edil no solo respondió en redes sociales, sino que también llevó la acusación al pleno, insinuando que el creador de contenidos actuaba “al servicio de la izquierda”. (Vídeo adjunto)
Desde la oposición se alerta de que este comportamiento constituye una forma de “matonismo político” que pone en riesgo la libertad de expresión y el ejercicio de la labor periodística en Benalmádena.
Es evidente que la dependencia económica de algunos medios respecto a la publicidad institucional no puede justificar jamás ni la sumisión al poder ni el silencio ante amenazas u ofensas. Algo tan básico como informar sobre un retraso en unas obras municipales o criticar un logotipo público y su gasto excesivo, en definitiva ejercer el periodismo veraz, no debería convertirse en un ejercicio de alto riesgo en Benalmádena.