El transporte urbano en Estepona continúa siendo un dolor de cabeza para los vecinos, que denuncian un servicio más propio de un país en vías de desarrollo que de una ciudad que presume -al menos formalmente desde el Ayuntamiento del PP– de modernidad. Con apenas dos líneas operativas, el sistema se queda corto, es ineficaz y genera un malestar creciente entre los usuarios.
Los problemas son múltiples y repetidos tales como recorridos interminables que pueden tardar hasta 45 minutos en completarse, ausencia de paradas en urbanizaciones, esperas que se hacen eternas y, lo más sangrante, que en la zona este —la más poblada del municipio— los vecinos se ven obligados a utilizar la línea interurbana 79, pagando más por un servicio que usan como si fuera urbano. El resultado es autobuses saturados, retrasos constantes y una sensación generalizada de abandono.
Mientras tanto, el Ayuntamiento presidido por José María García Urbano, mantiene el mismo presupuesto y el mismo servicio precario, sin atreverse a dar un salto cualitativo en un ámbito que afecta directamente a la calidad de vida y la movilidad de miles de personas.
Los socialistas de Estepona critican esta situación y proponen más inversión, más líneas, más paradas y menos esperas. Entre las reivindicaciones que ha destacado la portavoz socialista, Emma Molina destaca la creación de una tercera línea que conecte Cancelada, Isdabe y Nueva Atalaya, zonas con una fuerte densidad de población y sin un transporte urbano digno.
Para la portavoz la realidad es tozuda, pues Estepona crece en habitantes y en urbanizaciones, pero su transporte público sigue estancado en la precariedad. Ante ello cabe preguntarse hasta cuándo se mantendrá este lamentable escenario y a qué se espera desde el equipo de Gobierno del PP para adoptar medidas que lo solucionen.
En un vídeo explicativo difundido en redes sociales, el PSOE de Estepona censura esta situación y proponen alternativas:
https://www.facebook.com/reel/1798483214377910
