Marta M.

‘Érase una vez en Marbella’: el documental que desnuda la cara oculta del paraíso dorado, mezcla de fiestas, dinero y poder

jesus gil

Marbella vuelve al centro del foco mediático. Esta vez, no por sus fiestas o escándalos recientes, sino por un repaso sin filtros a los años dorados y oscuros que marcaron a fuego su historia. Atresplayer estrena este domingo 3 de agosto Érase una vez en Marbella, un documental original que, en cuatro episodios, reconstruye ocho historias reales que definen el auge, la decadencia y los excesos de la ciudad más famosa de la Costa del Sol.

La serie, producida por Atresmedia en colaboración con Happy Ending, se adentra en algunos de los capítulos más icónicos —y menos conocidos— del pasado reciente marbellí: desde el secuestro de la pequeña Mélodie Nakachian en 1987 hasta las imágenes robadas a Lady Di durante una escapada a un hotel de lujo; desde el escándalo del Caso Malaya hasta los días de vino, champán y corrupción institucional.

El primer capítulo, titulado Los ricos también lloran, arranca con el dramático secuestro de Mélodie Nakachian, hija de un empresario libanés y una soprano surcoreana. A través del testimonio inédito de María José Torrabadella, amiga íntima de la familia, el documental reconstruye aquellos días que mantuvieron en vilo al país. El mismo episodio recupera también las imágenes en topless de Diana de Gales captadas en Marbella, una exclusiva que sacudió a la monarquía británica. El documental ofrece el testimonio directo de los paparazzi implicados y de quienes atendieron a la princesa en el emblemático hotel Byblos.

A lo largo de los cuatro episodios, Érase una vez en Marbella evita el sensacionalismo fácil para apostar por una narrativa directa y rigurosa, articulada a través de los testimonios de jueces, periodistas, policías, fotógrafos y cronistas que vivieron desde dentro la transformación —y caída— de la ciudad.

El relato también se detiene en figuras clave como Jesús Gil, Alfonso de Hohenlohe u Olivia Valère, cuya última entrevista antes de fallecer forma parte del documental. Además, aborda temas poco explorados como la presencia de antiguos nazis refugiados en la zona o la historia del Dragón Rojo, uno de los primeros refugios LGTBI+ en plena dictadura.

Lejos de hacer un simple inventario de escándalos, la producción construye una cartografía emocional y política de un lugar donde la riqueza, la ilegalidad y la impunidad convivieron con naturalidad. Marbella fue durante años ese punto de encuentro donde los jeques se cruzaban con condesas en chándal, donde los titulares de sociedad y sucesos se escribían en la misma página y donde los excesos no se ocultaban, se celebraban.

Con una factura visual cuidada y un enfoque crítico, Érase una vez en Marbella se consolida como una de las apuestas más ambiciosas del año para Atresplayer, que continúa reforzando su catálogo con producciones originales que combinan calidad, memoria y entretenimiento.

El documental está disponible en España y en el extranjero a través de la versión internacional de la plataforma.

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