La política local de Estepona se encuentra en el ojo del huracán. Una sombra de sospecha se cierne sobre la gestión del alcalde, José María García Urbano, tras las declaraciones del teniente de alcalde, Blas Ruzafa, ante el juez. «No existe control sobre los cargos de confianza, y no nos va mal», confesó con una aparente naturalidad que ha desatado un terremoto político.
El secretario general del PSOE de Málaga, Josele Aguilar, no ha tardado en reaccionar. Acompañado por la secretaria general de los socialistas en Estepona, Emma Molina, ha exigido explicaciones inmediatas al regidor. «Es gravísimo lo que hemos conocido. Se reconoce abiertamente que el alcalde ha estado contratando cargos de confianza sin que nadie supervise qué hacen, ni si su labor repercute en el bien del municipio», ha señalado Aguilar.
El dirigente socialista ha ido más allá. Con tono firme, ha calificado la situación como un caso flagrante de malversación de fondos públicos: «Se ha estado pagando con dinero de los ciudadanos a personas cuya función en el Ayuntamiento es desconocida. Si no hay una explicación convincente, el alcalde debe dimitir de inmediato».
Por su parte, Emma Molina ha recordado que las palabras de Ruzafa no son declaraciones al azar, sino que forman parte de una investigación judicial sobre una presunta malversación en el Consistorio. «Resulta alarmante que se normalice la falta de control sobre los cargos de confianza y los concejales, como si se tratara de una simple anécdota. Esto denota opacidad y, presuntamente, corrupción», ha advertido.
Desde el PSOE, insisten en que la situación es insostenible. Con la causa aún en fase de instrucción y a la espera de la resolución judicial, los socialistas reiteran su exigencia: García Urbano debe asumir responsabilidades y poner su cargo a disposición del pueblo de Estepona.