Redacción

La sanidad en Marbella, al borde del colapso: una unidad de radioterapia cerrada y miles de pacientes en espera

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La portavoz socialista en Marbella, Isabel Pérez, ha denunciado que el Hospital Costa del Sol mantiene inactiva su unidad de radioterapia pese a estar equipada desde hace meses gracias a fondos europeos. “La falta de voluntad política está poniendo en riesgo la salud de miles de personas”, advierte, al tiempo que alerta del colapso sanitario en la ciudad: más de mil pacientes llevan más de un año esperando una operación, las citas en atención primaria se retrasan hasta 20 días y los centros de salud presentan deficiencias graves como techos caídos y ascensores averiados.

La situación sanitaria en Marbella, tal como queda reflejada en la denuncia de la portavoz PSOE, es un retrato preocupante de desidia institucional y mala gestión de recursos. Resulta escandaloso que una unidad de radioterapia totalmente equipada gracias a fondos europeos lleve meses sin funcionar simplemente por falta de personal. Es un ejemplo paradigmático de cómo la inversión en infraestructuras queda en papel mojado cuando no se acompaña de una planificación realista de recursos humanos. Lo más grave es que este vacío organizativo obliga a pacientes oncológicos a desplazarse fuera de su municipio para recibir un tratamiento vital, sometiéndolos a un desgaste físico y emocional adicional en un momento de extrema vulnerabilidad.

La sanidad en Marbella, al borde del colapso: una unidad de radioterapia cerrada y miles de pacientes en espera

Más de mil pacientes aguardando más de un año para ser operados
Isabel Pérez ha incidido en las cifras de listas de espera con más de mil pacientes aguardando más de un año para ser operados y una demora media de casi seis meses para una primera consulta. Esto refleja un sistema sanitario desbordado y claramente ineficiente. Estos retrasos no son solo números, sino tiempo perdido que en muchos casos se traduce en empeoramiento de la salud o en complicaciones que podrían haberse evitado con una atención temprana.

A todo esto se suman deficiencias estructurales que rozan lo indigno: techos que se caen, ascensores averiados y centros que ponen en riesgo la seguridad de los propios usuarios. No es exagerado afirmar que estas condiciones degradan el derecho a una sanidad pública de calidad y atentan contra la confianza ciudadana en el sistema.

La atención primaria, columna vertebral de cualquier sistema de salud, tampoco se libra con profesionales saturados y citas que se retrasan hasta 20 días dibujan un panorama de colapso. La falta de personal no solo desgasta a médicos y enfermeras, sino que provoca que la atención se resienta, deteriorando la relación médico-paciente y empujando a muchos ciudadanos a buscar soluciones en la sanidad privada.

En resumen, lo que se evidencia es una combinación de promesas incumplidas, inversiones infrautilizadas y una falta de previsión política que tiene consecuencias directas en la vida y en la salud de la gente. Que la Junta de Andalucía mantenga bloqueada una unidad de radioterapia equipada y necesaria es un símbolo de esa dejadez. Urge no solo la activación inmediata de ese servicio, sino un plan serio para reducir listas de espera, garantizar infraestructuras seguras y reforzar de verdad la atención primaria.

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