Jumilla de moros y cristianos
Doña Seve, alcaldesa popular, anda echando balones fuera, para quitar a su decisión de la escala de los intransigentes contra la libertad religiosa, pero ni por esas ha quedado oculto su culto al rancio nacional-catolicismo. Severa con diez concejales de lo suyo y el uno más de VOX, que le garantiza la mayoría de su vitola derechista, ha logrado ser reina por un día irritando a las kábilas que participarán en sus desfiles agosteños.