“Los seres más mediocres pueden ser grandes solo por lo que destruyen”, (André Maurois)
Volvemos al curso político. Los incendios devastadores y el cambio climático. El PP, repite jugada, El Partido Popular, que gobierna el 70% del territorio, ya ensayó con la Dana de Valencia, un discurso que le permite eludir responsabilidades ante las catástrofes, en este caso los incendios.
Hay que desviar la atención, hay que evitar que se analice la desastrosa gestión de prevención y extinción de los incendios, la culpa es del gobierno: falta de medios, falta de apoyo e implicación, negligencia o insultos, el PSOE pirómano. El cambio climático es una cortina de humo del PSOE.
El PP, en su estrategia de confrontación, elude cualquier responsabilidad de Estado. Hay que desestabilizar e impedir gobernar al PSOE. Si hay que mentir, se miente, si hay que insultar se insulta, si hay que embarrar y crispar se hace. El objetivo es polarizar y radicalizar al ciudadano, no importa el coste democrático o social. Para esta estrategia de desestabilización cuenta con un aparato de medios bien financiados con dinero de sus comunidades, con tertulianos disciplinados, con afines incrustados en una parte del poder judicial y de seguridad del Estado.
Hay que conseguir, con esta estrategia de desestabilización, que la legítima indignación ciudadana se dirija contra el gobierno como causante de todas sus tragedias.
Desde esa mediocridad insultante del discurso del PP, sin ningún sentido de Estado, no se ganan votos, se destruye la democracia y se favorecen los neofascismos agresivos y excluyentes
Mala señal cuando hay que hacer pedagogía de lo obvio.
Las comunidades autónomas tienen las competencias en elaborar planes de prevención, gestión forestal preventiva, vigilancia y extinción de incendio. Desde 1985, las comunidades autónomas tienen competencias para establece tres niveles de alertas. Nivel 1, el mando y los recursos son de la comunidad autónoma. Nivel 2, la comunidad pide recursos al Gobierno central, como la UME, pero el mando sigue siendo autonómico. Nivel 3, el Gobierno central asume el mando, de oficio o a petición de una comunidad, ante una emergencia de ámbito nacional. Se pasa depender del ministro del Interior. Esto, que debería ser cultura general, deja de serlo cuando las comunidades están gobernadas por el PP, desde su estrategia de confrontación y desestabilización, se niega que la comunidades son también instituciones del Estado y no están supeditadas al gobierno central.
Hoy los incendios, son solo un elemento más de confrontación, la ofensiva va mucho más allá del debate ideológico legítimo. Estamos ante una ofensiva contra la democracia pluralista, (modelo Trump), contra los consensos básicos de convivencia, contra los derechos ganados, se busca vaciar de contenido el Estado de derecho, y forzar una regresión histórica.
El Presidente no es un adversario político, es enemigo interno, un traidor, un antipatriota, un corrupto que financia su campaña con la prostitución, Y todo esto, se inocula en la opinión pública hasta que se normaliza y se percibe al Presidente de un gobierno legítimo en un enemigo a eliminar. Y no es una frase hecha, recordemos Ferraz, 189 ataques en dos años a sedes del PSOE, amenazas y ataques físicos a periodistas, hace pocos días el último, descalificación de los que no son afines a la derecha.
España vive una ofensiva de odio cuidadosamente diseñada por el PP
No se quiere un debate ideológico, ni de programa, hay que convertirlo en un debate emocional, en un rechazo visceral, hay que convertir al adversario político en un enemigo a eliminar, hay que generar una identidad tribal que multiplique el odio y la hostilidad hacia el adversario. Hay que impedir la reflexión, la pedagogía, la información política contrastada, o las propuestas y logros del gobierno.
Lo malo de fomentar ese odio visceral hacia el adversario, se ve claramente en las redes, ahora ya en actos públicos «Pedro Sánchez hijo de puta«. Se está empezando a cuestionar, especialmente entre jóvenes, el proceso electoral, la legitimidad del gobierno, las instituciones, en suma el propio corazón de la democracia plural.
Esta ofensiva del odio, complementada y fomentada con la xenofobia, impedir el avance en derechos de igualdad de la mujer, de las minorías, junto con problemas reales como el de la vivienda, en el que el PP se niega a todo consenso, como en todos los avances sociales que saca adelante el PSOE, son el caldo de cultivo para que uno de cada cuatro jóvenes prefieran un régimen autoritario o dictadura.
Esa confrontación social, ese demonización del adversario por parte de la derecha, son el caldo de cultivo idóneo para reventar la democracia plural y la llegada del neofascismo a España de mano del PP. Ya se ha dicho antes: «Los seres más mediocres pueden ser grandes solo por lo que destruyen«.
Foto: Green Peace