En Marbella, el servicio de autobuses urbanos se ha topado con un tope como que no habrá ni un solo autobús más en circulación ni se sumarán nuevas rutas, al menos hasta el año 2029. ¿La razón? La concesión vigente con la compañía Portillo-Avanza no permite estirar más el chicle. El acuerdo, sellado en 2019 por una década, ya ha llegado a su límite tanto en número de vehículos como en líneas disponibles que son 25 autobuses y 14 recorridos.
Aunque los empadronados viajan gratis, la gratuidad no sale precisamente barata: al Ayuntamiento le supone un desembolso anual de 7 millones de euros. Así lo ha recordado este martes el concejal de Movilidad, Félix Romero, quien ha hecho balance de los seis años transcurridos desde que se adjudicó el servicio.
En su momento, una de las grandes novedades del contrato fue precisamente la bonificación total del transporte para residentes, lo que —según Romero— ha supuesto un ahorro de 28 millones de euros para los bolsillos de los marbellíes. Sin embargo, la otra cara de la moneda la paga el consistorio, que sigue costeando íntegramente el servicio.
Desde que arrancó la concesión, la red se ha reforzado de manera progresiva: de 11 líneas operativas se pasó a 14 en 2021, y la flota creció de 19 a 25 autobuses, incluyendo los vehículos de reserva. Pero ahí se acabó el margen de maniobra.
«No hay opción de crecer más bajo este contrato», ha sentenciado Romero. Eso sí, ha aclarado que ante cualquier necesidad puntual, se reorganiza el servicio para cubrir la demanda como se puede. Hasta que no expire la concesión actual, en 2029, no se podrá pensar en ampliar la cobertura ni sumar más autobuses al sistema.
