José Luis Gaytán

Medidas sociales y percepción ciudadana

Opinión

Lo que cuenta en política no es lo que pasa, sino lo que la gente cree que pasa ( Frase irónica de algún político. Pudo ser el mismo de «cuerpo a tierra que vienen los nuestros«)

No soy politólogo ni sociólogo ni hago intensa vida social. Me limito a frecuentar chiringuitos, bares y churrerías después de un paseíto con mi perro por la playa y disfrutar de mi otoño vital en Estepona. Ya se sabe que nos gusta hablar alto en los bares: clientes y camareros/as, y lo que escucho, a veces, me deja perplejo:

…»Lo de la sanidad está cada vez peor… Por culpa de Pedro Sánchez que le da el dinero a los catalanes»…»Le han concedido el ingreso mínimo vital a fulana…Ya nos lo quitarán a nosotros con impuestos…Pero si tú no pagas impuestos, tienes el subsidio de mayor de 52 años,… ya, pero mejor estaría si no hubiese tanto moro en Estepona, esos son los que se llevan todas las ayudas y nosotros a jod…» «Has subido el café y los churros… ¡Los impuestos de Sánchez!, además, mientras haya turistas que paguen, ya sabes, todo está subiendo en Estepona….»Esto lo arregla Vox…dicen algunos, son los que lo tienen más claro»

Perplejo, cuando llego a casa anoto algunas de esas frases y me ratifico, la realidad es lo que le hacen creer a la gente que pasa, no lo que es.

Recuerdo, hace ya muchos años, cuando todo eran asambleas en la facultad, en el trabajo, en el barrio, se discutía de todo, queríamos saber y discutir todo, escuchar a la gente, desmontar las mentiras del franquismo. Parece hemos vuelto a la desinformación y a las mentiras del franquismo.

El día menos pensado me subo a una silla en el bar y le explico cuatro verdades a esas camareras con salario mínimo y horas extra sin pagar. A esos curritos que llegan con dificultad a fin de mes, que completan con alguna chapucilla en B, que se quejan porque subido el café y quien les va a resolver su problemas es Vox. O a ese que no le llaman para el especialista por culpa de Pedro Sánchez. A esos jubilados que mantienen su poder adquisitivo y votan a la derecha, esa derecha que votó en contra de la subida de las pensiones.

Puede parecer sencillo exponer las medidas sociales de un gobierno progresista: Como los Ertes salvaron los puestos de trabajo de miles de trabajadores y empresas.- Como los topes al gas abarataron la factura eléctrica.- El aumento de becas.Bonos al alquiler para jóvenes.- Ayudas al transporte.- El tope a los alquileres.- La reforma laboral: asegurando los contratos fijos, eliminando precariedad, disminuyendo el paro.- El subsidio para parados de larga duración mayores de 52 años.-La Ley de Vivienda: el marco que permite acometer el terrible problema de falta de vivienda.- La Ley de Salud, en defensa de la sanidad pública. -El refuerzo de la Ley de dependencia.- La subida del Salario Mínimo a 1.184 euros 14 pagas.- La subida de las pensiones, las no contributivas un 9% y el resto el IPC.- Ahora la reducción de jornada laboral a 37,5 horas.

Y a todas estas medidas sociales votó en contra la derecha, PP y VOX. Aunque luego el PP se vio obligado a rectificar con la subida de las pensiones cuando conoció sus sondeos.

Estas medidas se enmarcan en una defensa de la Sanidad y la enseñanza pública, en las políticas de igualdad, lucha contra la exclusión social, conciliación familiar, lucha contra la violencia de género etc.

Me ahorro dar los datos económicos de todos sabidos: la economía con mejores resultados entre los países de la OCDE en 2024 según The Economist. Un crecimiento del PIB cercano al 3%,disminución de la deuda, control de la inflación, integración de la inmigración. Estos resultados han hecho posible mantener unas cuentas saneadas sin sacrificar la inversión en bienestar social.

Bueno, pues todas estas medidas económicas y sociales, dirigidas a las clases más desfavorecidas y vulnerables, parece no garantizan sean vistas como positivas por una parte de la clase trabajadora. Y desde luego tienen sus razones. No es la realidad, es lo que le hacen creer que es la realidad.

Hay trabajadores que se sienten económicamente inseguros o amenazados, y buscan soluciones rápidas y sencillas. Se ha creado un ambiente en el que las promesas simplistas y autoritarias de la extrema derecha se vuelven atractivas.

La polarización reduce la capacidad para el diálogo y la reflexión crítica, refuerza los miedos y resentimientos sociales, haciendo que se aferren aún más a sus creencias y elecciones políticas, independientemente de si estas van o no en contra de sus intereses objetivos.

La derecha y ultraderecha les busca un enemigo a su ascenso social : La emigración como amenaza cultural y económica y la Unión Europea, con lo que implica de globalización, normativas y pérdida de identidad nacional, y Pedro Sánchez que les lleva al desastre.

Hay sectores que han perdido su conciencia de clase y se identifican más con partidos populistas de derechas que promueven la identidad nacional, frente a Europa y frente a las nacionalidades: Cataluña, Euzkadi, demonizan la inmigración y promueven políticas proteccionistas frente a la Unión europea.

Habría que revisar el concepto de clase trabajadora como un interés de clase más o menos homogéneo; cada vez más, hay colectivos o conjunto de individuos, que se sienten abandonados por políticas liberales de la izquierda, amenazados por la inmigración y la globalización, y que ven problemático o con frustración su futuro o el de sus hijos, que lo único que buscan es llegar a ciertos niveles de consumo, seguridad y ascenso social. Quieren, como decía antes, soluciones rápidas y sencillas frente a «los enemigos» que se lo impiden.

También la izquierda y bastante los llamados sindicatos de clase, han cometido errores con respecto a lo que se conocía como «clase trabajadora» que votaba en los 80 masivamente a la izquierda. Pero eso será objeto de otra reflexión.

Vamos por buen camino con las políticas sociales. Faltan mecanismos para encauzar el problema de la vivienda, y que los buenos resultados económicos, beneficien a los jóvenes y a las clases medias y trabajadores.

Todavía estamos a tiempo.