El proyecto estrella del Ayuntamiento de Estepona para ampliar la senda litoral se ha «estrellado» y al menos, de momento, se puede decir que ha encallado. Las obras que atravesaban la duna de Matas Verdes, uno de los últimos parajes naturales del municipio, han sido paralizadas, según ha tenido conocimiento el Partido Socialista, tras la intervención de agentes de Medio Ambiente que habrían detectado presuntas irregularidades en los permisos municipales, algunos de los cuales podrían estar caducados.
Esta actuación supone un duro golpe para el alcalde, José María García Urbano, cuya gestión queda en entredicho tras esta interrupción forzada por parte de la administración autonómica. Desde el PSOE ya habían advertido mediante registro de entrada de los riesgos de intervenir sobre un enclave de alto valor ecológico, solicitando al Ayuntamiento que reconsiderara el trazado y se abstuviera de continuar las obras.
La portavoz socialista, Emma Molina, ha confirmado que su grupo ha solicitado oficialmente al Consistorio la orden de paralización y ha pedido explicaciones a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para esclarecer las causas de esta contundente medida. “Si Medio Ambiente ha intervenido, es porque algo se ha hecho mal. De lo contrario, no habría habido necesidad de frenar las obras”, ha declarado Molina.
El PSOE insiste en que la duna de Matas Verdes no solo es el último vestigio natural del litoral esteponero, sino también uno de los pocos espacios de este tipo que quedan en toda la provincia de Málaga y en Andalucía. Su biodiversidad y valor ecológico son reconocidos por expertos y organizaciones conservacionistas, por lo que los socialistas consideran que su protección debe ser una prioridad incuestionable.
“El primero que debería dar ejemplo y defender este ecosistema es el propio alcalde. Pero esta paralización evidencia que, lejos de protegerlo, su gobierno ha actuado con negligencia”, ha afirmado la portavoz socialista.
La polémica, además, trasciende el ámbito local, pues asociaciones ecologistas y vecinos preocupados han denunciado el caso y lo han elevado incluso al Parlamento Europeo, donde ya se ha solicitado una investigación sobre lo ocurrido por parte del grupo de los socialistas europeos.
Molina exige ahora que el proyecto se reubique en una zona que no ponga en peligro el entorno natural, y recuerda que el patrimonio ecológico del municipio no puede estar supeditado a obras que, lejos de sumar, están generando una crisis de credibilidad en el Ayuntamiento.