La plaza de toros de Benalmádena se encuentra en “situación legal de ruina urbanística” y su demolición resulta “procedente”, según un informe elaborado por un técnico de la Diputación de Málaga. Este documento se suma a otros estudios anteriores que apuntaban en la misma dirección sobre el deterioro de la instalación.
A raíz de este nuevo dictamen, Vox ha encargado un contraestudio con el objetivo de plantear la rehabilitación del inmueble para acoger corridas de toros y otros espectáculos, tanto con animales como sin ellos. Su portavoz en el municipio defendió esta propuesta con la intención de “destapar las promesas incumplidas” del alcalde, Juan Antonio Lara (PP), quien se comprometió a recuperar la tauromaquia en la ciudad.
Desde Izquierda Unida-Podemos, su portavoz Pablo Centella ha criticado la maniobra de la formación de extrema derecha, a la que acusa de “intentar abrir un debate inexistente en Benalmádena” y de “fomentar la división entre la ciudadanía”. “La necesidad real no es reabrir la plaza para corridas de toros, sino decidir qué uso darle a un espacio en ruina en beneficio de todos los vecinos”, apuntó.
Centella defendió que la demolición del coso es una “necesidad evidente” y rechazó la construcción de una nueva plaza de toros. En su lugar, aboga por conservar la fachada del edificio y aprovechar el espacio para nuevos equipamientos. Entre las posibles alternativas, señaló la ampliación de las instalaciones deportivas anexas, que “se han quedado pequeñas” según denuncian los clubes locales.
El portavoz de IU-Podemos insistió en que la polémica en torno a la tauromaquia “no tiene que ver con ser más o menos español, sino con la honestidad, la convivencia y el respeto democrático”.
