Situada en el extremo occidental de la provincia de Málaga, Manilva marca la frontera entre el Campo de Gibraltar (Cádiz) y la Costa del Sol. Aunque es conocida principalmente por sus playas y su puerto deportivo, este municipio tiene mucho más que ofrecer a quienes buscan historia, cultura y actividades al aire libre. Desde vestigios romanos hasta antiguas fortalezas, pasando por iglesias centenarias y parajes naturales impresionantes, Manilva es un destino que combina mar, historia y tradición. Aquí te dejamos una guía con lo imprescindible.
¿Qué ver en Manilva?
Castillo de la Duquesa: un fuerte con historia
Construido en el siglo XVIII sobre los restos de una antigua villa romana, esta fortaleza fue clave en la defensa de la costa contra los ataques piratas en tiempos de Carlos III. Hoy alberga el Museo Arqueológico de Manilva, donde se pueden ver piezas del yacimiento romano cercano, fechadas entre los siglos I y V d.C.
Torre de Chullera: vigilancia costera
Ubicada en un entorno de calas rocosas, esta torre es una de las muchas estructuras de vigilancia costera que salpican el litoral andaluz. Desde aquí se pueden disfrutar de unas vistas espectaculares y apreciar la cercanía con la provincia de Cádiz.
El Ingenio Chico: legado industrial
Este antiguo ingenio azucarero es testimonio de la importancia que tuvo la producción de azúcar en la región. Construido por el Duque de Arcos, es uno de los dos ingenios que existieron en Manilva.
Casa Villa Matilde: una mirada al pasado
Esta casa, que perteneció a un hermano de Blas Infante, conserva restos arqueológicos de la época romana hallados en la zona. Un lugar perfecto para descubrir más sobre la historia de Manilva.
Iglesia de Santa Ana: el corazón del pueblo
Situada en el centro de Manilva, esta iglesia fue construida a finales del siglo XVIII sobre un templo más antiguo del siglo XVI. Su arquitectura sencilla y su historia la convierten en un punto de interés para quienes disfrutan del turismo cultural.
Iglesia de San Luis de Sabinillas: testigo del tiempo
A lo largo de los siglos, este templo ha sufrido varias reformas. Aunque su construcción original data del siglo XVI, su aspecto actual es fruto de numerosas modificaciones.
¿Qué hacer en Manilva?
Más allá de su patrimonio histórico, Manilva es un lugar perfecto para disfrutar de actividades al aire libre. Puedes:
Relajarte en sus playas, como las de Sabinillas o Punta Chullera.
Pasear por el Puerto de la Duquesa, un animado enclave con restaurantes, bares y tiendas.
Practicar deportes acuáticos, desde vela hasta paddle surf.
Explorar rutas de senderismo en los alrededores del municipio.
Probar su gastronomía, con platos como el pescaíto frito o el guiso de pulpo.
Manilva es mucho más que sol y playa. Es un destino con historia, naturaleza y tradición que merece ser explorado con calma.