Mientras España rompe marcas con 44,5 millones de turistas y Andalucía se apunta a la fiesta con 16,6 millones de visitantes en el primer semestre, Marbella nada a contracorriente: su turismo hotelero encadena caídas. Entre enero y junio, la ciudad alojó en hoteles a 326.555 viajeros, 21.455 menos que un año antes, lo que supone un desplome del 6,16%.
Es el segundo año consecutivo de descensos, especialmente acusado en el mercado nacional.
Los datos desmienten el optimismo oficial
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la recuperación tras la pandemia se frenó en seco en 2023 y desde entonces la curva va cuesta abajo.
Ni el título de “European Best Destination” obtenido el pasado año logró frenar la sangría de visitantes, que en 2025 se intensifica.
La realidad choca con el triunfalismo que transmite el Ayuntamiento en sus comunicados mensuales, donde los números negativos apenas tienen espacio.
Evolución del turismo hotelero (enero-junio)
Año | Total turistas hoteleros | Extranjeros | Nacionales |
---|---|---|---|
2023 | 349.971 (+38.116) | 252.501 (+27.499) | 97.470 (+10.617) |
2024 | 348.010 (-1.961) | 250.792 (-1.709) | 97.218 (-252) |
2025 | 326.555 (-21.455) | 238.626 (-12.166) | 87.929 (-9.289) |
El golpe más duro: el visitante español
El retroceso más fuerte lo sufre el turismo nacional, que baja casi un 10% respecto a 2024. En números absolutos, son 9.289 viajeros menos.
El turismo extranjero también cae: 238.626 visitantes, un 4,85% por debajo del año pasado.
Un arranque prometedor… seguido de cuatro meses a la baja
Enero y febrero mostraron buenos registros, pero desde marzo se encadenaron cuatro caídas mensuales consecutivas.
Junio dejó una señal de alarma: 68.630 turistas, menos que en mayo (75.941). Además, el mercado nacional se desplomó: en febrero llegaron 17.004 españoles y en junio apenas 12.834.
Factores que lastran la imagen
La temporada alta de julio y agosto será decisiva para saber si Marbella logra remontar o confirma el mal año.
Pero más allá de las cifras, la ciudad arrastra problemas que no ayudan: la suciedad y acumulación de basura en las calles, la pasividad del sector hotelero y la negativa de la alcaldesa a reconocer el problema.
A todo esto se suman las informaciones publicadas en 2023 sobre sus presuntos vínculos con el narcotráfico y el blanqueo de capitales, un ruido mediático que tampoco favorece la llegada de visitantes.