En los ayuntamientos de la Costa del Sol gobernados por el PP, se ha entrado de lleno en la deriva autoritaria. En Estepona, el alcalde le quita la palabra a la portavoz socialista en los plenos; en Benalmádena, el alcalde ha sido condenado varias veces por negar información al grupo socialista; en Benahavís, el Ayuntamiento ha recibido una tercera condena por vulnerar derechos de la oposición; en Mijas, la alcaldesa insulta a policías y bomberos por protestar pacíficamente; en Marbella, el gobierno local con Vox impide un homenaje a una víctima nonagenaria de La Desbandá residente en la localidad; y en Fuengirola, hoy, la alcaldesa, ha bloqueado el debate sobre la urgencia sanitaria.